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Ciudades del mundo ya se plantean abiertamente el cambio en sus futuros planes urbanísticos, dando prioridad a la reducción de la atractividad del delito en sus espacios públicos y por ende, a la mejora de la prevención para otras tipologías de delincuencia que también se dan en estos lugares, aunque con un menor efecto devastador como el daño que produce un ataque terrorista.
Así pues, es obligado cambiar las políticas de inversión para mejorar sustancialmente el espacio público contra el terrorismo.
La mentalidad de los Gobiernos clave en la protección contra el terror.
Sabemos que las protecciones de seguridad física impiden intrusiones, mientras que los sistemas electrónicos son los que permiten recuperar las evidencias de un ataque.
Si respetamos esta esencia de la protección, norma básica de cualquier estudio sobre el nivel de protección, con toda certeza tendríamos que lamentar un menor daño del que lamentablemente nos tocará vivir a partir de ahora.
Pero, ¿Si es tan claro por qué no se aplica?
Como casi siempre en temas de inversiones economicas para la sociedad, se aplica una estrategia basada en la estadística de Impacto y Daño, donde el coeficiente de Frecuencia tiene especial relevancia.
La frecuencia guarda relación con el daño que pudiera producir un acto, dividido entre la cantidad de sucesos ocurridos en un periodo de tiempo (F = D/T).
Ejemplo perverso:
Una acción terrorista es considerada como el daño e impacto mayor posible, por encima del impacto ambiental, asesinato y secuestro. En el extremo opuesto se encuentra el robo domiciliario, considerado por los gobiernos como «delincuencia de baja intensidad» al afectar «solo» al patrimonio de una persona en particular.
Hasta aquí todo correcto, salvo que otros gobiernos más sensibles ya consideran al robo domiciliario con el mismo nivel de daño que otros delitos emocionales como el acoso, violencia de género y todos los que de alguna forma generan un cambio en la bioquímica de la victima (miedo, estrés, ansidedad, paranoia, depresión).
En fin, para no desviarme y siguiendo con la reflexión del ataque terrorista, lo que ocurre es que la variable de «Frecuencia» destroza el resultado porque ¿Cada cuanto tiempo se produce un ataque terrorista? Muy bajo verdad!
Esta baja frecuencia seduce al político de turno (Ayuntamientos) para no destinar sus limitados recursos a un aspecto poco probable de que ocurra según «su estadística».
( Y dejar mayor presupuesto para sus dietas y prebendas particulares – perdón por la ironía en este contexto de seriedad, pero no he podido contenerme).
Hay también quien en buena lógica, compara las victimas de tráfico y su frecuencia anual, con las víctimas por actos terroristas en España. La diferencia es notoria en detrimento de la acción terrorista.
El resultado final y práctico para la ciudadanía es que no hay inversión adecuada en protección contra actos terroristas porque los números les sirven de coartada. Tampoco existe prevención contra el robo domiciliario porque es considerado un acto individual contra el patrimonio personal.
Uff, difícil de comprender pero es lo que hoy tenemos.
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De momento,
Solo hay inversión para delitos económicos (interesa a lobbies, políticos y rivales), bandas criminales (hacienda recupera activos y el gobierno capacidad de negociación), delitos fiscales (hacienda recupera dinero), delitos viales del ciudadano (hacienda recupera dinero) y violencia de género (genera un gran impacto periodístico en favor del gobernante).
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CPTED ciudades inteligentes y seguras
Acompaño este gráfico para los gobernantes, donde se puede ver el núcleo de una ciudad inteligente y segura que vela por los intereses de sus ciudadanos en lugar de por los intereses económicos de algunas de las grandes multinacionales que ya se frotan las manos con las inversiones de tecnología y cautividad que se esperan en el desarrollo de las SmartCity.
El gráfico muestra como el primer anillo del cambio comienza por «ellos» (anillo exterior), para seguidamente generar un segundo anillo donde la accesibilidad, recuperación economía, cohesión y participación son protagonistas en una sociedad inteligente -Smart Society-.
Se ve con claridad como los anillos se dirigen al beneficio del conjunto de los ciudadanos que están en el centro de la gráfica.
Ya veremos como el desarrollo -SmartCity-, en muchos países solo traerá beneficios para las empresas con lobbies y cautividad para el cándido ciudadano de a pie.
Esta es una sustancial diferencia entre SmartCity y SmartSociety.
Veremos en España.
La atractividad del espacio público para el terrorista
Retomando el tema terrorista, poco mas que decir a lo que ya todos conocemos.
El ataque terrorista tiene un alto componente de divulgación y comunicación, además de tener un objetivo transversal en Occidente, es decir, el ataque en espacios públicos de alta concurrencia les garantiza impacto mediático en todos los países vinculados con las nacionalidades de las víctimas.
Espacio público de alta concurrencia.
Hay que diferenciar el espacio público de alta afluencia de público, de los lugares también públicos pero con menor interés para los visitantes.
Digo esto porque algunos políticos indican que no es posible proteger todas las calles y plazas de las ciudades y con esto tratan de justificar las inadecuadas inversiones en protección de las diferentes administraciones públicas cuando en realidad solo evidencian su incapacidad, ignorancia y pocas ganas de mejorar.
Señores Políticos,
El nivel de seguridad del entorno, se va construyendo poco a poco pero siempre con medidas eficaces.
Seguridad física contra el terrorismo (leer noticia completa)
Lo mejor que tenemos es que en seguridad disponemos de normativas, sobradamente contrastadas, ademas de experiencia en la lucha contra la delincuencia de diferente intensidad. La desgracia es que estas normativas son a menudo desestimadas, o lo que es peor, desconocidas por políticos, secretarías técnicas de la administración y arquitectos urbanizadores.
Pueden Ustedes hacer una prueba y preguntar para después poder opinar con cierto fundamento.
En la protección de personas, siempre es mejor comenzar con firmeza, por ejemplo por los espacios públicos de alta concurrencia de personas, que decidir no hacer nada porque supuestamente nada será eficaz.
Enfoque 3S de la protección de zonas turísticas
Pensemos en lo siguiente,
A veces visitamos un entorno, el cual, nos genera mucha tranquilidad en el sentido de sentirnos seguros pero sin embargo es una apreciación que no se corresponde con la realidad objetiva. Y sin embargo, podemos pasear por un espacio público con cierta sensación de inseguridad pero que en realidad, dispone de una protección optimizada en caso de que ocurra un incidente.
El ejemplo de las personas de Barcelona y Cambrils que paseaban con total sensación de seguridad cuando en realidad no estaban paseando por una zona segura.
Sea como fuere, lo más habitual es vivir rodeados de peligros, con un elevado factor de riesgo, sin que seamos conscientes del mismo y fruto de la opaca información que las administraciones públicas nos ofrecen.
Digamos que llevan a la máxima, la expresión de,
«Ojos que no ven, corazón que no siente».
El enfoque 3S resuelve los tres aspectos que más preocupan a las administraciones serias:
- Reducir la atractividad de la zona para el delincuente aplicando las adecuadas medidas técnicas de prevención y protección contra el impacto.
- Aumentar la sensación de seguridad para el visitante y de esta forma recibir mayor cantidad de personas relajadas y dispuestas a gastar dinero con total tranquilidad.
- Reducir el impacto ambiental de la contaminación y de la sobre explotación en función de los recursos disponibles.
Este enfoque de ayuntamientos comprometidos con los ciudadanos que les votan, consigue además recuperación económica del pequeño comercio ubicado en zonas centricas, turismo de calidad, ordenación y un largo etcétera de beneficios sociales.
Seguridad física contra el terrorismo.
Algunas ciudades que piensan en la visión tridimensional de la ciudad – 3S -, ya están realizando acciones para cerrar al tráfico rodado de los espacios de mayor influencia de personas.
Con esta acción, nada descabellada según mi criterio, consiguen mejorar sustancialmente la seguridad y sostenibilidad de la ciudad.
Lo que ocurre es que no siempre se puede o no siempre es aconsejable porque afecta a pequeños comerciantes y resto de servicios públicos. Sea como fuere y desde un aspecto puramente práctico, basta con considerar estos cuatro aspectos básicos de la seguridad elemental para tener un espacio mas protegido:
- Resistencia física con bolardos de gestión automática.
- Cámaras de videovigilancia para conseguir evidencias.
- Adecuada iluminación que no genere penumbras.
- Adecuado mantenimiento de la vegetación y mobiliario urbano para que no impida la visión, vigilancia natural y la efectividad de las cámaras.
Chapuceras inversiones en medidas de seguridad de los Gobiernos
Basta ser víctima de un delito para comprobar lo solos que estamos y la incapacidad de esos responsables, que deciden el nivel de riesgo con el que nosotros podemos vivir, eso si, sin consultarnos en absoluto.
Maceteros como defensa de resistencia física.
Que los bolardos automáticos existen desde hace años es algo que todos sabemos. También conocemos que existe una normativa europea contra el delito donde se indica claramente la altura y el espesor del bolardo según queramos protegernos de un vehículo tipo turismo, todoterreno o camión.
Ahora tanto en Barcelona como en Madrid se plantean instalar maceteros como defensa del espacio. Es de risa si no fuera por lo dramático del momento.
Algún iluminado de los respectivos ayuntamientos, considerando la poca capacidad intelectual del pueblo llano, ha creído que unas jardineras son la solución.
Ya he visto en las noticias que Fomento instala bolardos en la estación de Sans (Barcelona) pero al mirar la foto veo maceteros! Seguramente sea un error del periodista porque no me puedo creer que algún técnico confunda una cosa con la otra.
Lo que si es concluyente es que estos maceteros no impedirían el acceso de un vehículo de potencia y con ruedas grandes. Es una «solución chapuza» que por un lado contenta al ciudadano no experto y al mismo tiempo, el gobierno se ahorra dinero evitando picar el suelo para instalar bases sólidas de bolardos, que es lo que procede.
A esto se le llama generar una sensación virtual de seguridad (recuerda las 3S).
Estas jardineras no tienen la resistencia, ni la sólida fijación que si tendría una secuencia encadenada de bolardos. Además, estos obstáculos pueden generar un problema mayor en caso de incidente puesto que es una barrera arquitectónica que dificulta la evacuación, restringe el tráfico de vehículos de emergencia y de dotaciones policiales.
Un bolardo automático resiste, no tiene apenas impacto ambiental, se activa y desactiva de forma automática a requerimiento de la situación, no requiere de un camión grúa para ponerlos y quitarlos y pueden ser instalados en calles, aceras, accesos a parking, perímetros de edificios, etc.
Un bolardo automático no solo protege contra invasiones agresivas de vehículos sino que además permite una gestión personalizada del tráfico durante todo el año, sin tener que poner y quitar las típicas vallas portátiles o destinar recursos de policías haciendo de porteros cuando seguramente sean de mayor utilidad en otras labores.
Sistemas de cámaras con vídeo vigilancia.
Sin entrar a cuestionar la calidad de los sistemas de vídeo que vigilan las zonas públicas (claramente mejorables), el avispado Ayuntamiento de turno reduce la eficacia de la medida escatimando en número de cámaras y deja de cubrir ángulos ciegos de una misma zona. También es habitual ahorrar en capacidad de grabación permanente.
Se le añade que suelen aprovechar paredes accesibles para el delincuente en lugar de ubicar las cámaras en zonas abiertas sostenidas por elevados pilares (inaccesibles para el delincuente). Para rematar la torpeza, dejan los cables sin protección, fáciles de arrancar o cortar. Bravo!! (ver foto mas abajo).
El otro problema es que muchas veces, para recuperar una evidencia y fruto de la incompetente gestión del servicio público, la policía tiene que recurrir a las grabaciones de locales y edificios privados colindantes (si los hay) y claro, esto requiere de permisos, tiempo y que el propietario tenga su sistema bien instalado y mantenido o de lo contrario, no se puede visualizar una acción.
Tanto los ángulos ciegos como la estadística de falla de un sistema electrónico es algo que el delincuente tienen muy en cuenta, sobre todo los profesionales.
Falta de iluminación.
Esta es muy evidente. La iluminación ha pasado a ser una medida altamente eficaz contra la delincuencia, todos lo sabemos pero los ayuntamientos vuelve a olvidarse de ello y al caer el sol, las ciudades se llenan de penumbras.
Dice la normativa de prevención del delito que la iluminación de espacios públicos debe permitir identificar a una persona a una distancia de al menos 15 metros. ¿Cuántas avenidas están a oscuras o en penumbra durante gran parte de la tarde y noche en invierno?
La escusa es que la crisis y el consumo responsable obliga a restricciones. Lo que no dicen es que aunque no hubiera crisis, la calidad, ubicación y diseño de farolas, con el agravante del pésimo mantenimiento del arbolado, hacen imposible disponer la iluminación necesaria para la seguridad del espacio.
Vegetación que impide la visión de la cámaras.
En España tenemos los parques y avenidas llenos de arboles y arbustos de todo tipo, sin ninguna ordenación lógica y desde luego fuera de los estándares recomendados para una ciudad segura.
Por supuesto el escaso mantenimiento hace que tras décadas de crecimiento, esta vegetación incluso dificulta e impide la vigilancia natural de cámaras, policías y ciudadanos.
Conclusiones para la protección de espacios públicos
Concluiría diciendo que no requiere de «elevadas» inversiones a las que ya se realizan, sino de «adecuadas» inversiones.
Las ciudades con diseños CPTED ofrecen mayor cohesión social, equilibrio de inversiones y mayor protección global.
Actuales responsables públicos sustituidos por personas con mayor sensibilidad hacia la esencia del servicio público.
Arquitectos reciclados con capacidad de entender que la forma sigue a la función.
Todas las víctimas que sufren son importantes. Aquí anida la esencia de una sociedad solidaria. Share on X
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Mi cariño hacia todas las personas que han sufrido y siguen sufriendo víctimas de la delincuencia y la barbarie.
Un Abrazo!
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Solo puedo aplaudir este artículo con información y reflexiones tan necesarias en la actual coyuntura. Ojalá voluntad política para invertir en seguridad con un adecuado asesoramiento de profesionales y los responsables de la actuación en el caso de los bolardos tuvieran que responder penalmente.
Extraordinario y profesional trabajo.
Gracias siempre por sus aportaciones desinteresadas y destinadas a amentar el conocimiento.
En relación con las decisiones que ciertos políticos adoptaron sobre la colocación de medidas defensivas físicas antes de que se produjera el criminal atentado que soportó España, desearia que las responsabilidades a las que tengan que enfrentarse no sea solamente de caracter ético- político; deberian además ser de caracter penal y responder ante un juzgado por no haber tomado las medidas de protección que les fueron sugeridas.
Atendiendo a la teoría del riesgo (que se aplica al campo de la responsabilidad civil para determinar la responsabilidad de las personas involucradas en cualquier acto con daños), es responsable todo aquel que lleve a cabo una conducta que conlleva el riesgo de un resultado dañoso.
Si este resultado se presenta, tendrá que responder patrimonialmente.
Un abrazo fortisimo para todas las personas que sufren o han sido golpeadas por cualquier acto violento o criminal.
Edmundo Zafra Cervel
Director de Seguridad
Estimado Edmundo,
Totalmente de acuerdo con tu exposición. Muchas gracias por tu aportación y amabilidad. Un saludo.
En primer lugar, felicitarte…Muy «currado» el artículo.
Por otra parte, me uno a los comentarios anteriores sobre lo incongruente de la legislación relativa a los sistemas de vídeo vigilancia…¿Por qué no permitir la grabación de zonas adyacentes teniendo en cuenta la exigencia de inscribir el fichero en la AEPD?…
Esperemos, como dices que se tecnifique el departamento que legisla y actúe con más coherencia.
Saludos y mucho ánimo.
Valiente artículo que analiza con criterio profesional la realidad.
Me gustaría añadir un comentario sobre algo que siempre me ha parecido chocante. Comentas que muchas veces la policía recurre a las grabaciones de locales y edificios privados colindantes para recuperar una evidencia. Totalmente cierto. Y bien que nos viene a todos tener la suerte de que haya imágenes, dándonos igual que la cámara que las haya captado sea pública o privada. Sin embargo, cuando se instala un CCTV en un establecimiento privado, para cumplir con lo que se indica en la ley de protección de datos de carácter personal (LOPD), se intenta que sus enfoques no capten nada del espacio público o que se tapen digitalmente las zonas públicas grabadas por el miedo a la denuncia.
Me parece una actitud administrativa contradictoria y, porque no decirlo, algo hipócrita: No te dejo poner cámaras que capten los espacios públicos pero si pasa algo bien que deseo que NO hayas cumplido a rajatabla con esta directriz.
Sin llegar a extremos inaceptables de enfoques indebidos que vulneren claramente la privacidad o la intimidad de las personas, debería admitirse con más naturalidad que, por ejemplo, la cámara que protege una fachada privada pueda captar parte de la vía publica colindante, sin el miedo actual a intentar a toda costa evitarlo para no quedar en riesgo su titular a una posible denuncia.
Muchas veces no se tienen más imágenes de un delito en la vía pública no porque no haya cámaras privadas cercanas que hubiesen podido grabarlo, sino porque su titular ha cumplido a rajatabla con la premisa legal de no hacerlo evitando enfoques parciales o anulando digitalmente el área pública grabada. Si no fuese así, tendríamos un parque mucho mayor de cámaras que cumplirían con una doble misión, la principal de proteger lo privado pero también la de colaborar en las investigaciones policiales.
Sé que compaginar derechos que a veces contrapuestos es difícil, pero deberíamos añadir a la receta más del ingrediente del sentido común y menos del de las contradicciones legales de doble filo.
Estimado José Ramón,
Completamente de acuerdo contigo. Es una Ley muy antigua que es «ancho» para ellos, «estrecho» para nosotros (La Ley del embudo). Agradezco tu aportación y veremos si con el paso del tiempo, tenemos una oficina técnica de seguridad privada en la que el sentido común y la experiencia técnica prevalezcan sobre otros asuntos. Saludos.