¿Cómo reducir el riesgo de robo y atraco en viviendas?

El robo en viviendas se produce porque es fácil y lucrativo. Y sus costes son desconocidos para la sociedad, sobre todo el impacto emocional.

Reducir el riesgo de delito cambiando hábitos y decisiones de compra

La buena noticia es que la solución más cercana la tenemos nosotros, tomando mejores decisiones como ciudadanos, usuarios y consumidores.

Tenemos que ser más conscientes de que el delito comienza a germinar con la información previa que nosotros mismos facilitamos a las redes delincuenciales (sean humanas o electrónicas), y casi siempre sin ser conscientes de ello.

Es mas que evidente que necesitamos un gran cambio de hábitos y de procedimientos en la gestión, además de ser necesario recuperar el gusto por la privacidad.

Seamos conscientes de que la delincuencia avanza en efectividad y el consumidor se estanca con una seguridad en parte «ikeizada» de «hágaselo usted mismo» y en parte «fast security».

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El pasado viernes por la noche asistí al programa «La última Noche» en Telecinco, con motivo del atraco a punta de pistola que sufrieron la actriz Mónica Pont y su hijo en el ascensor de acceso a su vivienda. En el minuto 1:54:20 de este programa, puedes ver mi consejo principal para reducir el riesgo de robo y atraco en tu vivienda.

Un atraco de dos relojes Rolex valorados en 30.000€ y 18.000€. 

A continuación, relato lo que estaba previsto exponer en el programa de Telecinco y no se pudo por falta de tiempo.

Conoce la atractividad que propicia la actividad delincuencial en España

Casi todo en nuestra vida se puede analizar según el «coste de oportunidad» que genera tal o cual acción. El robo y el atraco no son ajenos a esta realidad y tenemos que aceptar que no cesarán porque tienen un coste de oportunidad muy bajo, es decir; ambos son fáciles de acometer y muy lucrativos.

Fáciles porque nuestros hábitos y los diseños de seguridad son equivocados. Lucrativos porque con poco esfuerzo y bajo riesgo punitivo, la delincuencia desarrolla cómodamente su modus vivendi.

En mi opinión y contra lo que opina una parte de la opinión pública, soy un convencido de que el problema delincuencial no solo se resuelve con más policía y leyes más punitivas sino que principalmente requiere de un cambio de enfoque tanto en los propietarios como en las empresas proveedoras de la seguridad.

7 Problemas que generan efecto llamada delincuencial.

Según como yo lo veo, quiero enumerar los siete principales problemas a los que nos enfrentamos como sociedad y que generan un efecto llamada para la delincuencia en España (atractividad):

1. Desanonimización de las personas.
2. Diseños de seguridad arcaicos.
3. Insuficiencia en servicios y mantenimientos.
4. Falta de concienciación de la ciudadanía en sus decisiones de compra y en sus hábitos.
5. Creciente desigualdad social y falta de integración.
6. Desalineamiento de recursos policiales y legislación con respecto a las necesidades actuales para cortar los gérmenes de la criminalidad (trabajar en el origen de la delincuencia y gamberrismo de baja intensidad desde el espacio público).
7. Voluntad política.

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En este momento centro el artículo en lo que podemos hacer «nosotros»: Consumidores y Profesionales de la seguridad.

Consejos para reducir el riesgo de robo y atraco en la vivienda.

Recordar que el riesgo se puede medir y una vez medido se puede mitigar.

1º. Desanonimización. Aumentar nuestra anonimización.

Necesitamos un cambio de hábitos y ser más conscientes de que el delito comienza a germinar con la información previa que se recaba de diferentes formas. Seamos conscientes de que cada vez más, el delincuente profesional combina «oportunidad» e «información» para tener la mayor probabilidad de éxito en su acción.

Tenemos que aumentar la anonimización en redes sociales, en datos que cedemos a cambio de descargas gratuitas en Internet, en los operarios de empresas de seguridad que tienen toda nuestra información, en hablar en casa delante de Alexa y en compras online por voz. Aumentar el anonimato en conversaciones públicas, la privacidad al no permitir el acceso «completo» a la vivienda de proveedores de servicios (y menos sin estar acompañados), en presumir de nuestros logros económicos o en como nos mostramos cuando salimos a la calle dependiendo de la zona o país.

Aplicar procedimientos más seguros para la gestión del día a día.

En a medida que somos más conscientes de los riesgos que existen y además entendemos los beneficios a corto plazo que nos genera un cambio de hábitos (seguridad conductual), podemos establecer los procedimientos en seguridad que serán fundamentales en nuestra protección.

El objetivo es evitar fugas de información y «cerrar los huecos de acceso»:

1. Los expertos en prevención del delito, siempre planificamos desde una estrategia basada en confianza cero.
2. Los hábitos son la primera línea de defensa. La más económica, efectiva (inatacable) y sostenible en el tiempo, aunque también es la más difícil de aplicar por la falta de consciencia y compromiso de los propios interesados.
3. Las funcionalidades de los sistemas de seguridad solo son efectivas cuando se acompañan de hábitos de seguridad (conectar la alarma día y noche, cerrar puertas y ventanas con cerrojo, etc.).
4. Controlar la cadena de suministros porque para atacar la seguridad de un VIP, es más efectivo vulnerar la confidencialidad en su proveedor o atacarle en itinerarios.

A modo de ejemplo; os lanzo algunas preguntas para vuestra reflexión:

¿Cómo sabemos que están bien seguras y custodiadas nuestras claves de acceso al sistema de alarma? ¿Cómo sabemos que el transportista de la caja fuerte no es informador de una banda delincuencial? ¿Cómo sabemos que no existen más llaves de seguridad de las que nos han entregado? ¿Cómo sabemos que no hemos facilitado a desconocidos datos suficientes para vulnerar nuestra seguridad (ataque phishing) ¿Cómo sabemos que el protocolo de seguridad de C.R.A no ha sido vulnerado inconscientemente por el propio operador (phishing)?¿Cómo sabemos que nuestro servicio doméstico no es informante; consciente o inconscientemente?

En conclusión.

Además de la moda por la seguridad troyana de llenar nuestro hogar con todo tipo de dispositivos inalámbricos para el sistema de alarma y domótica (fácilmente vulnerables), vivimos cómoda e inconscientemente bajo un estado de desanonimización, que empieza a dar la cara (en negativo).

Esto es un verdadero problema de difícil solución porque la moda de la seguridad troyana junto con la desanonimización como individuos tiene atractividades para todas las partes.

No obstante, los consumidores interesados en dejar de ser potenciales víctimas de la delincuencia, podéis consultar las recomendaciones de hábitos en la seguridad residencial que hemos elaborado entre las empresas acreditadas en GENOMA DEL ROBO.

2º. Diseños de seguridad arcaicos. Aplicar la seguridad por diseño en anillos.

Este es el principal problema cuando la intrusión se produce en la vivienda.

Pretender solucionar un problema de diseño o una carencia de hábitos de seguridad con la acumulación de dispositivos electrónicos (alarmas y cámaras) es tan costoso como técnicamente inútil. Véase los recientes casos de robos a futbolistas y cantantes como María del Monte; todos con sistema de alarma y cámaras.

Nosotros, los profesionales y los propietarios, les ofrecemos oportunidades a los delincuentes.

La prevención del delito nos indica que para que una solución de seguridad contra la intrusión sea efectiva tiene que combinar adecuadamente:

1. Diseño físico del espacio (parcela y diseño arquitectónico).
2. Generar vigilancia natural.
3. Resistir la efracción con 15 minutos mínimo y hasta 45 minutos dependiendo del tiempo de intervención policial (la seguridad de la vivienda se mide en tiempo).
4. Detectar anticipadamente el ataque y garantizar la comunicación.
5. Mantener actualizado el sistema de forma preventiva y adecuada.
6. Compromiso de los usuarios para con su seguridad (hábitos).

Os puedo asegurar que ninguno de estos seis aspectos se cumplen en España. Esta es la razón por la que técnicamente los robos son muy fáciles de acometer y el delincuente cada vez necesita menos conocimientos técnicos.

3º. Insuficiencia de servicios y mantenimiento.

Contratamos un sistema de seguridad fuertemente basado en dispositivos electrónicos y nos olvidamos de que su mantenimiento debe ser el adecuado debido a que la obsolescencia de un sistema electrónico aislado es mucho mayor a la de un sistema combinado con seguridad física y vigilancia natural.

Contratamos servicios de C.R.A básicos para evitar sanciones cuando en realidad necesitamos servicios de calidad acordes al riesgo.

Es como cuando se quiere un seguro de hogar y se contrata un infraseguro pretendiendo ahorrar dinero pero que sus coberturas, en caso de siniestro, sean las mejores.

En la creencia un poco absurda de que los sistemas no envejecen y las técnicas de ataque no avanzan, tampoco contratamos un acompañamiento anual para actualizaciones o para asesoramientos de mejoras que cubran nuevas tipologías de ataque.

Y así, nuestro sistema de seguridad, es cada día un poco menos efectivo. Momento en el que el delincuente aprovecha.

¿Sabias qué?

Casi ningún delincuente ataca al siguiente día de instalar un sistema de seguridad, sino que espera pacientemente a que se degrade y a que el usuario se confíe.

4º. Falta de concienciación de la ciudadanía en sus decisiones de compra.

Los técnicos sabemos que un sistema de alarma con cámaras no disuade, no evita la intrusión y es fácilmente vulnerable. Es decir, que técnicamente un sistema de alarma es un sistema de seguridad de falsa equivalencia (leer la reflexión completa en este artículo de alarmas).

Pero los consumidores, cuando sienten miedo, piensan en sistemas de alarmas (el gran éxito de las campañas televisivas). Por lo tanto la industria no cambiará su oferta comercial «fast security» mientras que los consumidores no cambien sus hábitos de compra, los cuales, actualmente, se basan en la rebaja de precios, facilidad de pago e inmediatez de la instalación. Como si fuera un electrodoméstico más de la vivienda.

Conclusiones para la prevención del delito.

No hay un problema con la tecnología sino con la carencia de CONOCIMIENTO Y METODOOLOGÍA en el asesoramiento y en la implementación de los sistemas por las empresas instaladoras de seguridad.

Y por otro lado falta concienciación de la ciudadanía referido al enorme impacto emocional que tendremos durante años al ser víctimas de un robo, mucho más si ha sido un atraco. Pasaremos a tener problemas de salud, de socialización, gastaremos más dinero en dispositivos inútiles porque el miedo será quien decida y seguramente necesitaremos de ayuda especializada para recuperarnos totalmente.

Y sin mejorar la concienciación ni los equivocados hábitos de compra actuales, la actividad delincuencial crecerá al cobijo de su bajo coste de oportunidad.

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Consejo 1.

Desacoplamiento mental entre prevención del delito y sistemas de alarmas.

Desde la prevención del delito, se aboga por el desacoplamiento entre seguridad contra la intrusión y sistemas electrónicos de alarma con videovigilancia.

Según la instrucción técnica del Comité Europeo de Normalización CEN/TS 14383-2: «Un mal diseño del entorno no puede ser compensado con un sistema electrónico de videovigilancia».

Y la realidad nos da la razón.

Consejo 2.

Tomar mejores decisiones de compra.

Un sistema de seguridad no es un electrodoméstico mas. Tomar decisiones basadas en la racionalidad y alejadas de las campañas publicitarias actuales. Y contratar el proceso inicial de asesoramiento a profesionales acreditados en la metodología GENOMA DEL ROBO. Los consumidores son los responsables de la contratación y de su cambio de hábitos.

Consejo 3.

Cambiar nuestros actuales hábitos de inseguridad.

Sin hábitos adecuados, aseguraremos nuestra inseguridad.

Consejo 4.

Olvidar el mantra auspiciado por la delincuencia en los años 80 de que «si quieren entrar entran». No es cierto.

Las viviendas pueden tener hasta el nivel cinco de protección. Sus atributos se miden por su grado o capacidad de: hábitos (implantados) – vigilancia natural – resistencia física – detección anticipada – mantenimiento –anonimización.

Las viviendas construidas según el Código Técnico de la Edificación (el 90% aprox) tienen un nivel 1 (sobre 5). Nuestra recomendación es llegar al nivel 3 para personas no conocidas, nivel 4 para personas conocidas y nivel 5 para personas que quieran ponérselo muy difícil a las bandas organizadas altamente profesionalizadas.

Consejo 5.

La seguridad de una vivienda se construye desde proceso metodológico, y es el experto en prevención del delito, el único profesional cualificado y encargado de guiar todo el proceso metodológico:

Evaluación de riesgos – Diagnóstico – Diseño – Implementación.

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Saludos Cordiales

JM Ángel Olleros